Prem Sarjo





DER SPIEGEL




Santiago, Chile. Jueves 25 de Abril, 2013.

Con la colaboración de PERPETUA RODRIGUEZ / RENATO LILLO

Fotografía fija de GONZALO TEJEDA

Cámara y edición PAULINA YAÑEZ
Prem Sarjo © 2013

Johan Mijail



La isla que se repite                                                       

Son otras cosas las que busco, el mar está tan lejos, el mar no existe: vuela.

El artista aparece en el espacio intentando hacer un diálogo con el mar que las industrias de la ciudad de Coronel impiden ver. El mar que no es lo abyecto de la acción misma del No Ser que recibe la envestida de quien mira lo que se hace. El tiempo se ritualiza absurdamente. Se busca una imagen y una crítica a la dinámica violenta del capitalismo en su forma de aparecer. De producir capital. Se investigó antes sobre lo poquísimo que contribuyen estas industrias al desarrollo de la gente y la comunidad. Poquísima para no decir nada. Es en tanto abyección, lo expulsado de si y el conjunto de fenómenos connotados entre si o no es. La isla se repite. Se reproduce ahí también el juego de la colonización del territorio. Es penoso. Nostálgico. La repetición de la representación del poder hacia los contextos.

Fotografías 
Gonzalo Tejeda
BA C 2 (Encuentro Preliminar Performance) Internacional Concepción CHILE 2013.










Gabi Alonso





"Abrazo, reflejo del agua" - BA C 2 - Chillán, Concepción, Chile, septiembre 2013 - Organizan: Alvaro Pereda RoaPamela Fernanda Navarro Ortiz, Fotos:  Gonzalo Tejeda.

Arriesgar el amor como objeto de performance

Estamos en Chile: en Chillán, a una hora en autobús desde Concepción, en un mercado de agricultores. Artistas de performance, hemos sido invitados a Alperoa en la BAC 2, septiembre de 2013. Algunos llevarán a cabo sus performances allí, entre ellos Gabriela Alonso.

En este mercado de forma circular, los granjeros notaron que somos extranjeros y nos observan desde lejos. Por otra parte, como todo campesino ellos tienen una apariencia hostil y desconfiada.

La joven muchacha, vestida con ropas blancas, ligeras y holgadas, zapatos fabricados con una cuerda de lino, se prepara a pesar del tiempo lluvioso, pesado y frio, para hacer volar su cometa precaria de papel blanco.

Nos acercamos con precaución al refugio del comerciante, mientras expone comenzó un ida y vuelta en el lugar hasta el momento en que el cometa se rompe y lo coloca debajo de sus pies, sobre el asfalto gris y mojado. En ese instante, el aspecto de la joven muchacha se presentó con toda su fragilidad y fragmentación.

Entre miradas encontradas, parece sumergirse en el desenlace de la acción, se unió a nosotros en la incertidumbre momentánea que parece durar una eternidad. Y de repente, un gesto rápido y eficaz, ella corrió hacia un comerciante que parece esperarla con los brazos abiertos. El abrazo es conmovedor. Ella que se presenta en toda su vulnerabilidad, él que la rodea con sus brazos fuertes y ropas de lana.

Es con el mismo riesgo y seguridad que ella se presenta a un comerciante y al otro, y cada uno de ellos le da la bienvenida con entusiasmo. De repente la atmósfera del mercado nos pareció como totalmente transformado. Nos ofrecen a nosotros simples espectadores sillas y un espacio debajo del toldo. Se nos identifica con la actuación de la joven muchacha por la fuerza y el impacto de su acción.

Surge entre los presentes la preocupación por su bienestar físico, le ofrecieron flores, café, un abrigo. Corrimos para intercambiar una caricia con ella, para dar calor, o recibirlo, o simplemente para disfrutar de la sensación del abrazo.

Por un lado una mujer llora y por otro, un pequeño hombre Pancho mapuche se preocupa por su condición, por ella que le ofreció la atención que jamás experimentó.

El surgimiento de un gesto ordinario, Gabriela lo transforma en un acontecimiento. El corazón del mercado se ha transformado en un diálogo de intercambios cálidos. Habría suficiente fuerza de convicción para incitar a tal conmoción, una celebración simplemente humana, repleta de generosidad y amor.

(Escrito por Hélène Lefebvre)





















fotografía: 
Gonzalo Tejeda
texto de Aníbal Sandoval
Abrazo ((a) -(de)) un chileno 
Estremecido por la geometría ancestral de tu cuerpo, me permito esta declaración que brota recordando cada vez la capacidad sensible que nos afecta como cuerpos cuando como canal somos el tránsito de memorias alojadas en las fibras íntimas de la trama urbana.
Un performance dura años - Esta acción no nace allí, si no que se incrusta desde que eres cuerpo, Transmites y eres transmitida por memoria, “cualquier persona pueda estar cercana a un proceso en dirección a lo relacionado con el arte, bajarse del pedestal que la sociedad misma puso, sobre el artista…”, “No soy parte de las políticas de gobierno”, “El otro un ser igual a mí, con las mismas necesidades”.
La acción por ser un todo contenido en cada abrazo, entregó el tiempo necesario, para que las relaciones se desplegaran, para que la proximidad se manifestara, y fue la proximidad, una consecuencia a tu intensa apertura. La claridad en tu mirada - despierta - a- un dialogo de comprensión del lugar, como gran sensibilizadora del entorno, que absorbe todo el agua de lluvia…
ya limpia y en pleno drenaje encuentras el hilo que no se elevó y sobre el cual te posaste, una mirada inicia un ciclo de interacciones - intercambios de agua, un arquetipo se hace presente - la templanza, siendo canal para limpiar a otros, también fuiste lluvia allí, húmeda por lluvia abrazas a un pueblo. Juegas e intensionas compartimetrías con un otro.
Un encuentro con una lengua muerta, un lenguaje fracturado, una conexión con sueños y vórtices sutiles del cuerpo, acción que conecta con memorias que se han originado en tiempos múltiples. La acción acontece al tiempo que vas generando una nueva trama, una que siempre ha existido.